Los seguidores del Inter Miami, con su fundador, David Beckham, a la cabeza, celebran hoy que la ciudad de Miami aprobara la construcción del estadio del equipo de la Major Soccer League (MLS) tras casi una década de peleas burocráticas con las autoridades locales.
El excapitán de la selección inglesa de fútbol recurrió a Instagram para celebrar que su "sueño" es ya una realidad y que el Inter Miami podrá jugar, cuando se levante el estadio, en la ciudad que le da nombre y no en Fort Lauderdale, la ciudad vecina donde desde hace dos años juega sus partidos como local.
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"Quiero agradecer a Jorge y Jose Mas y a toda la familia Mas por creer en mi sueño y hacerlo REALIDAD", dijo Beckham sobre los dos socios con los que avanzó en este proyecto desde que en 2014 se conoció que haría efectiva una cláusula por la que pagaría un precio reducido de 25 millones de dólares para crear una franquicia en la MLS.
Pero desde entonces nada ha sido fácil para la antigua estrella del Real Madrid y del Manchester United, pues vio cómo las autoridades locales rechazaban varias propuestas suyas para levantar el estadio cerca del puerto, en el corazón de la ciudad.
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El proyecto ahora es bien diferente. El llamado Miami Freedom Park estará situado cerca del aeropuerto y además del estadio para unas 25.000 personas albergará también un centro comercial, oficinas y un hotel con 750 habitaciones, entre otros.
Dinero
El contrato de arrendamiento por 99 años de un terreno de 130 acres (52 hectáreas) en el campo de golf Melreese Country Club, concedido sin licitación pública como resultado de un referéndum en las elecciones de 2018, implicará para Miami un alquiler mínimo de 3,57 millones de dólares anuales, así como unos 40 millones en impuestos a la propiedad.
El club de la liga profesional de fútbol pagará además a la ciudad unos 20 millones de dólares para desarrollar un parque público de 58 acres (23 hectáreas) en el lugar como resultado de este acuerdo, respaldado por el alcalde de esta urbe, Francis Suárez.