Más que al youtuber Jake Paul, al que enfrentará el próximo 20 de julio en Arlington, el mítico Mike Tyson desafiará al paso del tiempo en una pelea que tendrá mucho de espectáculo y poco de deporte.
“Mi cuerpo es una mierda, adolorido”, reconoció ‘Iron Mike’ en la rueda de prensa para anunciar el pleito en el estadio AT&T en Arlington, de Texas.
Con 50 victorias, 44 por nocaut, y seis derrotas, considerado como uno de los mejores boxeadores de peso pesado de todos los tiempos. A los 57 años se mantiene en una buena forma física y saldrá a demostrarlo ante el polémico Paul.
El boxeo mundial pasa por un momento en el que en ocasiones las grandes figuras no se enfrentan entre ellas y en el caso del mexicano Saúl ‘Canelo’ Álvarez, el púgil más taquillero del momento, tiene luz verde para elegir a sus rivales con el consentimiento de las organizaciones mundiales.
Mike Tyson advierte a Jake Paul
Eso ha sido campo fértil para funciones con más circo que de deporte, que atraen con la misma intensidad de un concierto de rock de alguna leyenda ya acabada.
“Me gusta mucho Jake, pero una vez que esté en el ring necesitará pelear como si su vida dependiera de ello, porque así será”, le dijo Tyson a su rival.
La pelea estará pactada a ocho asaltos de dos minutos y ha despertado el interés por estar rodeada de nostalgia al recordar los años mozos de Tyson, y por la actitud del provocador Paul. Se espera que el combate sea seguido por 270 millones de personas, lo que lo convertiría en el más visto de la historia.
Serrano y Taylor, la cuota femenina
Un poco antes de ese enfrentamiento, el boxeo serio tendrá una fiesta con la pelea entre la puertorriqueña Amanda Serrano y la irlandesa Katie Taylor por los títulos de peso súper ligero.
Con 46 victorias, 30 antes del límite y dos derrotas, Serrano dio una gran demostración el 30 de abril del 2022 ante Taylor. Perdió por decisión un combate parejo que pudo ser tablas, uno de los mejores en la historia del pugilismo femenino.
La revancha estará rodeada de expectativas por la calidad de las boxeadoras, algo diferente al duelo Tyson-Paul en el que el viejo Mike jugará a sentirse joven y olvidará por un rato la vista cansada y los dolores de huesos.