Los fuertes olores que emanan de las tuberías rotas del Hospital Rural San Francisco Javier, en Cañazas, en Veraguas, tienen a varias familias del centro de ese sector a punto de cerrar las vías.
Afirman que las autoridades no presionan para corregir este asunto.
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Eda de Guerra, residente, explicó que desde hace seis meses unas 15 familias están conviviendo con esta situación insoportable.
Precisó que esos malos olores salen de las tuberías, que pertenecen al hospital. La situación es tan caótica, que ya no pueden comer ni dormir en sus casas.
Según los afectados, la queja fue puesta a los encargados del hospital, al Ministerio de Salud y en la Alcaldía de Cañazas, pero nadie responde.