Infartos: ¿puede un programa prevenir las muertes?
El programa ‘Alerta Infarto’ de la CSS promete mejorar el tiempo en la atención de las personas que buscan ayuda cuando están pasando por un infarto.
El debate en Panamá en torno a la atención de pacientes que llegan con síntomas de infarto a los establecimientos de salud, es recurrente. Desde falta de especialistas, hasta procedimientos no oportunos salen a relucir en las conversaciones sobre el tema, más aún cuando el promedio de infartos por día registrados en Panamá es de 5 a 6 casos.
De la deficiencia es consciente el Dr. Liberato González, coordinador de la Clínica de Fallas Cardíacas de la Caja de Seguro Social, quien admite que actualmente las instituciones de Salud no están organizadas para brindar una atención inmediata, porque un paciente puede llegar a una consulta a tiempo (más o menos 10 minutos después de los primeros síntomas), pero su atención definitiva la podría estar recibiendo entre 12 y 24 horas después; incluso, los pacientes llegan a la atención una semana después de haber sufrido síntomas, complicando la situación.
Entre los síntomas, de acuerdo con Temístocles Díaz, presidente de la Sociedad Panameña de Cardiología, se encuentra el dolor, que se puede sentir opresivo; el pecho ‘apretado’, náuseas, sudoración fría, palidez y dificultad para respirar. Usualmente, se identifica, porque el dolor no se quita, es continuo y va aumentando; incluso, el dolor se puede irradiar al cuello, espalda o brazos.
Según Díaz, lo principal que hay que hacer cuando alguien está sufriendo de un infarto es llevarlo al cuarto de urgencias más cercano (en caso de que la persona no sea alérgica a la aspirina, se le puede dar una de 300 miligramos, mientras llegue la ayuda médica; cuando el paciente llegue al cuarto de urgencias se debe mencionar que ya se le dio una aspirina).
Y es precisamente en el cuarto de urgencias donde los profesionales de la salud quieren mejorar la atención de estos casos y así evitar las muertes, por lo que se puso en marcha el programa denominado ‘Alerta Infarto’, pero, ¿cómo funcionará y cómo podría evitar los fallecimientos?
Se trata de un procedimiento de la CSS que promete ser la solución para las personas que buscan atención inmediata cuando están pasando por una enfermedad cardiovascular (problemas del corazón). El proyecto, que está en su fase de implementación, tiene como objetivo reducir el tiempo de atención a todo paciente que llegue a las instituciones de salud con problemas del corazón, y que quienes sean catalogados como de alto riesgo, sean evaluados de manera oportuna, y de esta forma salvar vidas.
Su primera fase consta en identificar las unidades ejecutoras que puedan participar del programa, adquirir los medicamentos adecuados para tratar a los pacientes en una ambulancia o policlínica, tener un laboratorio de hemodinámica, una plataforma de enlace de comunicación entre los médicos y los cardiólogos para un mejor respaldo en la atención, y por último, una capacitación a los médicos y a la población sobre el tema.
Con el programa, un paciente podría pasar de estar padeciendo un infarto cardíaco, a estar cinco u ocho días en casa y nuevamente poder ingresar a trabajar.
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De hecho, se hizo una prueba con un paciente en marzo de este año, donde la persona llegó al cuarto de urgencias de la Policlínica J.J. Vallarino, y se le diagnosticó un infarto e inmediatamente se activó la nueva estrategia y en menos de 45 minutos el paciente fue trasladado a la Ciudad de la Salud, donde se le realizó una angioplastia, salvándole así la vida.
‘Alerta Infarto’ aún no se encuentra oficialmente listo, detalló González, sin embargo, se ha utilizado algunas veces como prueba y ha ayudado mucho.
La iniciativa surgió precisamente con el fin de cambiar la situación del país, debido a que la principal mortalidad tanto en Panamá como a nivel mundial son las enfermedades cardiovasculares, y dentro de ellas se encuentra la enfermedad coronaria (enfermedad cardíaca más común), la cual está afectando actualmente a personas adultas jóvenes desde los 35 años de edad.
“Aquí en Panamá hemos estado viviendo una pandemia silenciosa, en los últimos años han muerto más de 3 mil 500 panameños por enfermedades cardiovasculares”, añadió el Dr. González.
Tan solo en el año 2019, se presentaron 3,290 defunciones en Panamá a causa de enfermedades cardiovasculares, de acuerdo con el Departamento de Salud y Atención Integral a la Población de la Dirección General de Salud Pública del Ministerio de Salud (Minsa).
Cuando se habla de cifras a nivel mundial, el escenario es aún mayor, pues según datos de la Organización Mundial de la Salud se cobran 17,9 millones de vidas cada año, y se prevé que para el 2030 cerca de 23,6 millones de personas puedan morir por enfermedades cardiovasculares.
En México existe el programa ‘Código Infarto’, que se basa en brindar atención inmediata a pacientes que llegan al servicio de urgencias por problemas cardiovasculares, muy similar al que se está aplicando en Panamá.
‘Código Infarto’ beneficia a casi 55 millones de derechohabientes, a través de 344 unidades médicas habilitadas para dar el servicio, incluye 11 unidades médicas de alta especialidad, 181 hospitales generales regionales o de zona y 152 unidades de medicina familiar.
Los infartos se pueden prevenirLos infartos se pueden disminuir e incluso se pueden prevenir si se corrigen los factores de riesgo cardiovasculares como tener un buen control de diabetes, peso, colesterol, eliminar el cigarrillo y drogas. Los riesgos que más afectan son la presión arterial, diabetes mellitus, la obesidad, el cigarrillo, sedentarismo, el colesterol, estrés, las drogas, en ese orden, de acuerdo con el Dr. Díaz. Una de las maneras de poder controlar esos factores de riesgo, según el especialista, es hacerse controles al menos una vez al año, si es hombre se debe realizar los chequeos médicos cuando esté arriba de los 40 años, y si es mujer arriba de los 50 años.
Para personas que tienen antecedentes de primer grado de consanguinidad, la genética va muy ligada a las enfermedades cardíacas, “lo que significa que si a mi padre o madre le dio un infarto, prácticamente yo tengo que ser muy cuidadoso porque existe un alto porcentaje que a mí me pueda dar”.