"Hemos sido satanizados, no hacemos nada ilegal. Somos responsables con nuestro mercado y profesionales", señaló el vocero de los proveedores, colaboradores de empresas de capital panameño y trasnacionales de Minera Panamá, Samuel Valdés.
Las declaraciones de Valdés se dieron ante la preocupación de más de dos mil proveedores panameños de la empresa minera, quienes temen por el futuro del contrato Ley 406, que será discutido por el pleno de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), a partir de este viernes 24 de noviembre.
Valdés sostuvo que la contribución económica de Minera Panamá supera los mil millones de dólares en pagos a proveedores que a su vez generan más de 40,000 empleos.
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El 90% de las empresas son pequeñas y medianas, generadoras de empleo, contribuyentes fiscales y comprometidas con los más altos estándares ambientales y de seguridad, explicó. Se trata de proveedores de servicios de transporte, recursos humanos, alimentos, consultoría, energía, combustible, limpieza, mantenimiento y servicios varios.
Valdés afirmó que "nos enfrentamos a préstamos y obligaciones que deben ser cumplidos, conscientes de que el impacto de nuestro trabajo se extiende más allá de nuestras propias vidas. Nuestros colaboradores, provenientes de diversas regiones del país, dependen de nosotros para garantizar sus ingresos y, por ende, la estabilidad de sus familias".
La situación que enfrenta la empresa subsidiaria de la canadiense First Quantum Minerals Ltd, ha obligado a los proveedores a suspender los contratos para el último trimestre del año, han enviado a personal de vacaciones anticipadas y se les ha reducido las posibilidades de nuevas contrataciones.
De la decisión de la Corte Suprema de Justicia dependerá si prescinden o no de los trabajadores, señaló el vocero de los proveedores.
"Nosotros siempre hemos estado dispuestos a proporcionar pruebas concretas sobre cómo abordamos desde cada una de nuestras empresas, los desafíos ambientales y compromisos socialesque implican ser proveedores de una mina de clase mundial", señalaron los proveedores en una conferencia de prensa.
"Detrás de Cobre Panamá, existen miles de familias cuyo sustento depende de esta actividad. Nuestro trabajo no es simplemente un medio para ganarnos la vida; es una fuente de orgullo y un aporte significativo al bienestar de nuestra sociedad", agregó Valdés.
Los proveedores apelan a la unidad para encontrar una solución que asegure la preservación de su fuente de sustento y el bienestar de sus comunidades.
"La incertidumbre nos agobia por la falta de respuesta y la inacción del Estado con los cierres de las calles", concluyeron los proveedores.