En Santiago cerca de unas 20 personas se presentaron la tarde de este domingo a la sección de denuncia del Ministerio Público, para acusar a un hombre de apellido Torres que se hacía pasar como funcionario del Ministerio de Vivienda, del Mides, como predicador de la palabra de Dios y como miembro de una promotora para vender casas de interés social a bajos precios afamilias necesitadas.
María Espinosa dijo a este medio que todo se destapó cuando en horas de la mañana de este domingo las tantas personas fueron citadas a una residencia ubicada en Villa Marina, San Antonio distrito de Atalaya, para supuestamenterecibir sus casas, mismas que ya habían abonado y el hombre no estaba en el lugar y la casa hasta estaba abierta sin ocupar por lo que fue allí donde ellos reaccionaron.
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De acuerdo a los estafados, el impostor hacía los contactos y dejaba los mensajes para las personas necesitadas de viviendas en diferentes barriadas en Santiago, dejando sus números y ahí decía que las evaluaciones sociales las hacía un funcionario del MIVIOT o Mides para hacer ver que todo era legal, pero que tenían que depositar cierta suma de dinero para los trámites de entrega de la residencia.
Espinosa explicó además que ellos se dieron cuenta después del engaño que los números de teléfono que la persona acusada daba no pertenecen al Ministerio de Vivienda, menos los así los nombres de funcionarios a los que se hacía alusión en las notas que enviaba a la gente timada.
La vocera de los afectados manifestó que el hombre de apellido Torres, decía que era predicador de una iglesia evangélica en el distrito de Santiago, y con su acervo convencía con facilidad a las personas incautas, la mayoría humildes personas trabajadoras, conductores, amas de casa, madres solteras, entre otras.
De acuerdo a los denunciantes el presunto estafador tenía varios meses de estar operando en Veraguas, y pudo haber afectado a más de 30 personas, pero que muchos por vergüenza o temor no se atreven a interponer la denuncia en el Ministerio Público.
El modus operandi consistía en supuestamente cobrar para agilizar los trámites de una vivienda, para esto les quitaba entre 200 a 500.00 dólares como mínimo a cada familia humilde que aspiran con tener una casa digna.
Finalmente, Espinosa sostuvo que la persona acusada también se hacía pasar hasta por miembro de una conocida agencia de seguridad en Santiago, puesto que varias veces lo vieron con chalecos e identificaciones de la empresa de seguridad.