Ariel Cordero, psicóloga, influencer y primera mujer transgénero clasificada como posible representante de Chile en el certamen de belleza femenina Miss Universo, aseguró que “su transición comenzó cuando nació”.
“El proceso de transición se entiende muy mal, porque no es cuando comienzas a tomar hormonas o te haces una cirugía”, explicó Cordero antes de añadir que “todas las personas están en transición toda la vida”.
“Pasamos de los cuatro años a los cinco, de la infancia a la adolescencia, de la escuela, al trabajo, a la Universidad. De una relación a otra. Siempre estamos en transiciones. Mi transición comenzó desde que yo nací”, afirmó.
La adolescencia de Cordero no fue la más sencilla, pues no solo no tenía referentes a los que seguir, sino que una profunda depresión la llevó a intentar suicidarse, lo que la motivó a estudiar psicología y transformarse en lo que siempre había querido: “psicóloga de la diversidad”.
“Las personas trans no siempre tenemos que contar historias tristes, también podemos contar historias que transforman las realidades trans”, sostuvo la influencer, tras añadir que la “valentía, garbo, inhibición y osadía” de Cristina Ortiz, más conocida como ‘La Veneno’ (referente transgénero española), fue parte de su empoderamiento.
“Cuando conocí por primera vez a una mujer trans fue a Cristina ‘La Veneno’, que me permitió entender que mi realidad era digna de poder ser vivida”, dijo con orgullo.
“Por mí y por mi comunidad trans”
Ariel Cordero dijo en este mes del Orgullo LGBTIQ+ que “el orgullo lo vive todo el año” y que cuando se presentó al casting del concurso “lo primero que dijo fue que era una mujer trans”.
“Con mi banderita a todas partes sintiéndome orgullosa. Es por mí y también por mi comunidad trans”, dijo la joven de 29 años que aseguró que se apuntó al certamen para “poder responder a la niña que fue y poder visualizarse como una princesa y vivir ese sueño”.
Cordero es también influencer y activista especializada en ayudar a las personas en sus procesos de la vida desde su experiencia: “Me dije quiero ser esta psicóloga de la diversidad, quiero ser esta psicóloga que entiende también desde la experiencia situada un proceso humano”.
Hace un año Ariel Cordero vivía en su ciudad natal, San Felipe (Región de Valparaíso), y nunca creyó que llegaría a ser quien es: “Jamás pensé que iba a hacer un pódcast, que iba a ser influencer, que iba a presentarme a un concurso de estas características”.
Miss Universo, fundado en 1952, es uno de los concursos de belleza más importantes a nivel internacional. Los propietarios de esta entidad son los empresarios Anne Jakkaphong Jakrajutatip (Tailandia) y Raúl Rocha Cantú (México).
Miss Universo se escoge por un jurado y un público después de dar un discurso de quince segundos, realizar una ronda en traje de baño y traje de noche, y por último, responder a una serie de preguntas que definirán a la ganadora.
La 73° edición de este certamen tendrá lugar en México el 28 de septiembre de 2024, donde 30 candidatas ya se confirmaron.
Belleza y diplomacia
Con su traje rosa, tacones brillantes y su banda de Miss Universo San Felipe, Ariel Cordero marcó un cambio en el panorama de los concursos de belleza en Chile, aunque no todos los países permiten participar a las mujeres transgénero.
La actriz mexicana y directora de Miss Universo México, Martha Cristiana, renunció ayer a su posición en el certamen mexicano por no permitir integrar a mujeres trans: “Hay una transfobia absolutamente normalizada en este país”.
Por el contrario y según contó Cordero, en el certamen chileno “no importa el peso, ni la identidad de género, ni la raza ni la edad”, además de destacar que no solo es belleza sino “diplomacia” y un “pensamiento crítico”.
La joven chilena decidió que su objetivo en el certamen sería visibilizar la realidad de las personas transgénero: “Mi propósito es naturalizar y mostrar que una persona trans puede vivir su vida con dignidad”.
El 28 de junio es el Día Internacional del Orgullo LGBTQ+, donde miles de personas saldrán a la calle en todo el mundo para celebrar, reivindicar, protestar y defender los derechos del colectivo.