A veces, las experiencias más dolorosas se esconden detrás de un silencio profundo, un silencio que carga con el peso de lo que nunca se dijo. Esta es la historia de la exdiputada Katleen Levy que, a los 17 años, enfrentó una realidad que no estaba en sus planes.
Todo ocurrió cuando terminó la secundaria. Ella comenta que su abuelo, que siempre la apoyó tras la muerte de su padre, le ofreció pagarle la universidad, estudios en el extranjero o cualquier camino que decidiera tomar. Pero ella sentía en lo más profundo que no era su obligación, que esa responsabilidad no debía recaer sobre sus hombros.
Con el deseo de ser independiente y aliviar esa carga, decidió buscar una beca o un préstamo en el IFARHU. Lo que esperaba fuera un paso hacia su futuro, se transformó en una de las experiencias más duras de su vida. Un licenciado en la institución, en lugar de brindarle apoyo, la acosó sexualmente. Era solo una joven, llena de sueños y esperanzas, que vio cómo esos sueños se nublaban en un instante.
Levy comentó que esta situación nunca se la comentó a sus padres porque para ella “eso nunca pasó”, es decir lo borró de su memoria. Confesó que lo cuenta 17 años después por que “tal vez a muchas personas le han pasado cosas así”.
Detalló, en una serie de historias en su cuenta de Instagram, que su abusador la hizo pasar a una oficina y una vez que entró le preguntó que cuál era su petición. Ella llena de ilusión dijo que quería conocer los requisitos para aplicar a una beca que le ayudara a pagar su universidad y la persona se le acercó y “me comienza a tocar, me comienza a tocar a besar, así como un perro rabioso y yo no sabía qué hacer. Yo estaba como que esto no está pasando”.
Agregó: “Me besa y me dice dame tu número de teléfono en la noche te voy a escribir para salir, yo tenía 17 años, yo era virgen a los 17 años. Yo fui al IFARHU a buscar una oportunidad porque no quería que mi papá (abuelo) me pagara los estudios y eso me pasó”.
En esta historia ocurrió un giro inesperado cuando en el 2014 se convirtió diputada de la República de Panamá. Levy tuvo que enfrentarse a su pasado cuando se enteró que esta persona sería nombrada en una nueva institución.
“Pero ustedes saben cómo es la vida. Yo eso nunca lo conté, nunca dije nada, nunca me dieron ni una beca, ni nunca le contesté el teléfono a este tipo. Cuando yo quedo de diputada, esta persona que había sido director del IFARHU en el gobierno de Martín Torrijos (2004-2009), vienen los nombramientos y lo nombran de director del INADEH. Cuando yo veo este tipo en la comisión de credenciales a mí me dio un ataque un ataque de ansiedad, un ataque que al que estaba al lado mío, que estoy segura que ni se acuerdan, era un diputado amigo. Y yo le decía él no puede ser nombrado, él no puede ser nombrado, él no puede ser nombrado, él no puede llegar al INADEH, él no puede tener una oportunidad nuevamente”, dijo.
Prosiguió: “Y yo comencé a llorar y me dio un ataque de ansiedad siendo diputada, tenía 10 días de ser diputada, o sea, había comenzado el primero de julio, habían comenzado los nombramientos y ese nombramiento, por lo que a mí me pasó, por el ataque que a mí me dio, ese nombramiento a ese tipo se le cayó”.
Comentó que fue muy duro para ella recordar aquel episodio que trató de borrar de su cabeza. Además, dejó claro que su relato no es para causar lástima.
“Y yo no les estoy contando esto para dar lástima ni nada, tengo 35 años, eso pasó cuando tenía 17 años. Me marcó y yo no me había dado cuenta que me había marcado hasta que nuevamente a los 24 años que gano la Diputación veo al tipo y me dio un ataque. Hoy día no sé ni cómo se llama, o sea, eso mi mente lo borró”.
El relato de la exdiputada Levy sale a la luz justamente 17 años después en medio del debate que existe en nuestro país por el tema de los auxilios económicos entregados por el IFARHU a personas que podrían no necesitarlos por su estatus económico y negárselos a quienes sí necesitan la ayuda.
Levy cerró comentando que: “pero a dónde quiero llegar con esto, hay muchas personas que son hijos de personas que tienen cómo pagar su educación, pero que siempre han sentido que ellos pueden que el Estado los puede ayudar, que ellos pueden buscar la manera en que sus padres no se hagan responsables de esa responsabilidad, y muchas veces pensamos ‘ah, no, pero es que él tiene, él no tiene por qué tener una beca o un préstamo’ y yo estoy de acuerdo en que eliminen los auxilios económicos, eso no debería de existir”.