Un acceso equitativo a servicios y productos de higiene menstrual para todas las mujeres y niñas, especialmente para aquellas “en situaciones de vulnerabilidad y con discapacidad”, es la resolución que ha aprobado el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, quien insta a todos los países a que la cumplan.
La resolución, presentada por Gambia en nombre de los Estados africanos miembros de la ONU, fue adoptada por consenso y sin necesidad de ser sometida a votación.
Con su aprobación, el Consejo pide a la comunidad internacional que adopte medidas para velar por que las mujeres y las niñas tengan acceso a instalaciones, información y productos para una gestión “óptima y eficaz” de la higiene menstrual.
Entre las medidas que se proponen se incluye la reducción o eliminación de todos los impuestos sobre las ventas de productos para la gestión de la higiene menstrual, incluidas las compresas.
Los Estados también deberán crear campañas de concienciación y días nacionales dedicados a la higiene menstrual para hacer frente “al estigma, la vergüenza, los tabúes, los estereotipos y las normas sociales negativas” respecto a la menstruación y promover que se reconozca así como algo “sano y natural”.
Especial atención a mujeres vulnerables
En las zonas rurales y remotas el Consejo ha pedido el establecimiento de infraestructuras y sistemas de transporte para el envío de productos de higiene menstrual, así como el acceso gratuito a atención sanitaria y medicamentos para prevenir, detectar y tratar los problemas de salud relacionados con la menstruación.
La resolución aprobada reconoce que el progreso hacia la igualdad de género en estas zonas se ha visto frenado debido a los obstáculos históricos y estructurales y a la desigualdad de las relaciones de poder entre las mujeres y los hombres.
Por ello, pidió velar por que también se incluya a los hombres y los niños, así como los líderes religiosos y comunitarios y a la unidad familiar, en todas las iniciativas de sensibilización.
También mostró su preocupación por otros colectivos vulnerables como las refugiadas, solicitantes de asilo y mujeres y niñas migrantes y desplazadas internamente, para las cuales ha solicitado planes de respuesta humanitaria específicos que incluyan, por ejemplo, la distribución de kits y productos de higiene menstrual.
Por último, pidió a la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos que se ponga en contacto con los actores pertinentes y elabore un informe en el que examine las buenas prácticas y los problemas encontrados en relación con la gestión de la higiene menstrual.