¡Ay, donde la vea, le aplaude la cara!
No le robó la laptop, ni le quitó el marido, mucho menos el negocio… a esta la agarraron hablando pestes de la que llegó hasta a matarle el hambre. Dicen que la madrina ofendida quedó metida en tremendo lío por culpa de la “lleva y trae” y le advirtió que mejor evitara los lugares donde ella estaba porque si la veía de frente le aplaudía la cara. ¡Ohhh y ahora quién la pondrá a sumar?
Desesperada por atención
Por ahí hay una influencer desesperada por vistas, por que hablen de ella a como dé lugar. Ella no se mide, se “autobullea”, se inventa situaciones, problemas, historias… se hace la mártir, se para de cabeza… hace de todo para que la volteen a ver porque los números no le dan. Ya no vende como antes, ya las marcas se van con sus competidores y esto la está volviendo loca. Pendientes que por ahí se inventa algo más fuerte para llamar la atención. ¡Aló, departamento de Psicología!
¡Ni las sábanas lavó!
Ayyy él ya tiene quien le lave los calzoncillos, lo atienda y le limpie la bembita como le gusta. Hay nueva inquilina en menos de un mes, la cristiana baja y sube y los vecinos solo están esperando que dé inicio la cartelera boxística acostumbrada, aunque nos contaron que la Noemí se ve tranquilita y la Fragmentada no ha llegado por esos lares con filos y amigas problemáticas. Eso sí, al parecer a esta también le llenó la barriga de huesitos. ¿A quien le van a cobrar esas pensiones en la Joya?