La alergia a la proteína de la leche es la más frecuente en menores de dos años
Las personas que padecen de APLV, también pueden mostrar otros síntomas como erupción en la piel con picazón, sibilancias o secreción nasal y tos.
La Alergia a la Proteína de Leche de Vaca (APLV) es la alergia alimentaria más frecuente en lactantes y menores de 2 años.
La misma se genera por una respuesta inmunológica exagerada ante las proteínas de los alimentos que contienen leche de vaca o sus derivados. Esto puede ocurrir con el consumo directo de la leche de la vaca por parte del niño, o en el caso de ser lactante, si su madre consume productos lácteos.
“Cuando se presenta una alergia alimentaria el sistema inmunitario identifica algunas proteínas de leche como extrañas, lo que provoca la producción de anticuerpos de inmunoglobulina E, que neutralizan esa proteína extraña. Los anticuerpos de IgE las reconocen y le comunican al sistema inmunitario que libere histamina y otras sustancias químicas, lo cual causa los signos y síntomas de la alergia”, señaló Francisco Herrera Morales, nutricionista de Productos Nevada.
Las proteínas que causan la APLV son la caseína hallada en la parte sólida de la leche, también se ve involucrado el suero, el cual se encuentra en la parte líquida de la leche que queda después de la precipitación de la caseína.
Aunque el APLV suele aparecer en edades tempranas, “en cualquier etapa de la niñez y la vida adulta se puede desarrollar” indica Herrera Morales. En el caso de niños menores de 1 año, el médico será la persona indicada para recomendar el alimento más adecuado para su alimentación.
“En la mayor parte de los casos el problema es transitorio y aproximadamente 80% de los casos tolerarán las proteínas de la leche después de 12 meses; mientras que 20% las toleran hasta los 15 y 36 meses” indicó Francisco Herrera.
¿Alergia ó intolerancia a la lactosa?
La diferencia fundamental entre estas dos afectaciones es que la intolerancia a la lactosa, como su nombre lo indica, se da cuando el organismo no tiene la capacidad de digerir y absorber el azúcar natural de la leche que se conoce como lactosa; mientras que la APLV es una respuesta alérgica a una o más de las proteínas presentes en la leche de vaca.
“A diferencia de la alergia a la proteína de la leche de vaca, en la intolerancia no interviene el sistema inmunológico. Las personas que tienen intolerancia a la lactosa no pueden digerir el azúcar (lactosa) que contiene la leche. A raíz de esto, pueden presentar diarrea, gases e hinchazón después de ingerir productos lácteos”, señaló Francisco Herrera.
Para ellos se recomienda el consumo de leches y lácteos deslactosados.
Aunque comparten algunos síntomas, las personas que padecen de APLV, también pueden mostrar otros síntomas como erupción en la piel con picazón, sibilancias o secreción nasal y tos.