Las compras de fin de año, los niños, y encima el estrés por el COVID-19
Si no es necesario no es recomendable exponer a los niños a los contagios. Salir con ellos implica mayor tiempo fuera de casa, escogiendo los regalos.
La época de fin de año trae muchas expectativas, creencias, tradiciones, costumbres, alegrías, estrés y recuerdos de lo que se ha vivido a lo largo del tiempo. Por lo que es importante estar consciente que, en el mes de diciembre, puede haber muchos factores que intervienen generando estrés y presiones, ya sea por el deseo de un ambiente navideño festivo al estilo tradicional, o por la influencia de consumo que se recibe a través de los medios de comunicación, explicaron las licenciadas Jorlenis Chávez, Estela Espinosa y Thelma Lasso, psicólogas del Instituto Panameño de Habilitación Especial (IPHE).
Las profesionales enfatizaron que este año de pandemia todas las familias vivieron muchos cambios y factores estresantes que afectan todos los ámbitos, entre ellos, la salud, económicos, educativos, laborales, sociales y religiosos; lo que lleva a ver este tiempo como un desafió y una oportunidad para aprender a afrontar la realidad siendo más optimistas, solidarios, colaborativos, flexibles y generando alternativas de posibles soluciones para adaptarnos mejor ante la situación actual.
Para las psicólogas, el estrés de las compras de fin de año que se generaba en muchos padres para este tiempo y que era muy intenso, ha tenido un giro importante y trascendental frente a la crisis sanitaria por el Covid-19, dado que la vida cambió a todos.
Lo que hasta el año pasado era común y corriente, en este 2020, debemos estar conscientes que, ante todo, cambiaron las prioridades. Muchas familias perdieron sus fuentes de ingresos, a parientes quienes en muchos de los casos fungían como únicos proveedores y ahora es necesario economizar, ahorrar y solo invertir en lo que es de primera necesidad, tomando en cuenta nuestra protección, salud, educación, alimentación y vivienda, puntualizaron.
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Estas fiestas navideñas, expresaron las psicólogas del IPHE, hacen que se intensifiquen los recuerdos y experiencia de lo que se ha vivido por lo cual es necesario preparar a los niños y explicarles que por la situación actual este será un diciembre diferente, que como familia se debe ajustar a las necesidades básicas y prioridades económicas donde solo se puede gastar lo más necesario.
Durante los últimos meses los niños han estado muy encerrados, el deseo de salir va aumentar, ya sea por la entrada del verano, vacaciones y la adquisición de juegos y juguetes durante las fiestas, por lo tanto, es importante que como padres reforcemos la práctica de las medidas de bioseguridad, ponderaron las licenciadas en psicología.
Entre las recomendaciones a padres de familia sobre las compras las profesionales realizaron una lista de prioridades a tener en cuenta: Incorporar la prudencia y el sentido común de cara a la Navidad. La situación sanitaria por el Covid -19, no invita a que estemos con los miembros de la familia fuera de casa sin necesidad. Si no es necesario no es recomendable exponer a los niños a los contagios. Salir con ellos implica mayor tiempo fuera de casa, escogiendo los regalos. Si está entre sus posibilidades, elija las compras en línea. Hay muchas opciones a nivel local e internacional. Si no hay acceso, los catálogos de algunos almacenes, serán la mejor herramienta para que el niño haga su lista. Si va disponer de ingreso para regalos, trabaje con el catálogo, con los más pequeños, y converse de cuanto se puede invertir con los más grandes. Regrese a los momentos sorpresas del pasado, compre dentro de lo deseado, envuelva sin que puedan mirarlo, y que la Navidad sea de verdad sorpresiva, ya que es una costumbre que se perdió y se le dio paso a llevar a realizar la compra, mirar y envolver; perdiéndose la emoción. Concéntrense en adquirir regalos que tengan múltiples funciones: individuales, grupales (anime a participar a todos, recuerde que, si proporciona un juguete, debe enseñarle a su hijo cómo jugar con éste). Si su hijo tiene una afición artística, enfóquese en proporcionarle aquello que va a facilitarla. Ejemplo: colores para los que dibujan y pintan. Lo más importante es que el niño pueda apreciar en su valor de inversión y la meta que alcanzará con el regalo.
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Respecto a qué hacer en casa cuando los adultos e hijos se sienten ansiosos o estresados, las especialistas enlistan las siguientes recomendaciones Estar atentos a los cambios emocionales y conductuales. Ayudarles a gestionar sus emociones y validarlas, preguntándole al niño cómo se siente en ese momento, ver sus emociones. (tristezas, alegrías, enojo, temores, sorpresas y confianza, entre otras.
Involucrarlos en la decoración navideña por sencilla que sea y en la elaboración de alguna receta sencilla. Retomar la confección del Nacimiento. Hablar con los niños de la Navidad. Explicarles por qué este año será diferente la Navidad y el Año Nuevo. Leer cada noche, cuentos navideños. Colocar debajo del árbol los regalos, sin envolver. (Para los más ansiosos) Que la sorpresa no sea motivo de alteración, por no saber qué está debajo del papel de regalo. (Para los más ansiosos).
De igual forma, las profesionales de psicología del IPHE, sostuvieron que existen otras formas de vivir la Navidad y año nuevo 2020 en familia, entre ellas: Recordar ese familiar que se perdió en medio de la pandemia, si fuera el caso. Transmitirles que no deben basarse en el consumismo o materialismo, sino que la felicidad debe basarse en lo espiritual, lo humano, solidaridad y amor. Las compras de fin de año deben ser creativas ajustándose a las posibilidades presupuestarias de cada familia, una cena en donde sea más importante el significado de compartir ese momento juntos. Que el significado que le demos a los regalos, decoraciones y vestimentas, no sea en lo costoso, ni el materialismo o lo que está de moda, enseñándole al niño que hay otras prioridades básicas que hay que cubrir y que debemos estar preparados y ahorrar para los meses venideros, siendo creativos, promoviendo la ilusión y dar gracias por lo que tenemos.