No hay nada mejor que una taza de café por la mañana para recargar energías; aseguran los amantes de dicha bebida cuyo principal ingrediente activo es la cafeína. Para muchos, beber café es parte de su rutina diaria, y el hábito, en ocasiones, no solo se limita a las mañanas, sino que se extiende durante el día, pero, ¿hasta cuánto café es conveniente?
Se sabe que exceder en el consumo de cafeína podría crear dependencia y provocar dolores de cabeza, acidez estomacal e incluso insomnio, por lo que, como todo, su consumo debe ser controlado.
De dos a tres tazas de café al día se encuentran en el rango normal que puede consumir una persona adulta saludable; los adolescentes no deben exceder las dos tazas, y aquellas personas que padecen alguna condición, deben consumir de una a dos tazas, dependiendo de su afección y sensibilidad a la cafeína, de acuerdo con Marisabel Capriles, nutricionista dietista.
Capriles contó que conoce casos en los que como recomendación se le dice al paciente que no puede tomar café después de las 2 de la tarde, porque su sensibilidad a la cafeína es alta y esto no le va a dejar dormir en la noche.
Según un estudio realizado por Kantar, agencia especializada en investigación de mercado, los hábitos del consumo de café en Panamá reflejan que el 90% de los panameños amantes del café agregan azúcar o edulcorantes a su taza, mientras que el 40% lo prefiere negro, y el 60% agrega leche.
Se destaca además que el 79% de las personas prefieren su taza de café en horas de la mañana, mientras que el 35% lo disfruta en horas de la tarde, y un 30% durante la noche. Se estima que el panameño toma entre 2 a 3 tazas de café al día.
Los datos revelan que en efecto, para muchos, tomar café es parte de su vida, sin embargo, cuando una persona se despierta y su cuerpo necesita inmediatamente una taza de café y si no lo hace tiene síntomas como dolores de cabeza, cambios en el estado de ánimo, y posible cansancio, se podría considerar como una adicta al café, de acuerdo con Capriles.
“El café no es malo y tiene antioxidantes muy beneficiosos para la salud, pero el panameño no sigue las indicaciones adecuadas, porque en vez de tomarse una taza de café al día, se toma tres y cada una con azúcar, y ahí entonces no hay ningún tipo de beneficio”.
Capriles indicó que se debe tener un límite sano en el consumo de café y mucho cuidado con lo que se agrega, ya sea azúcar morena o refinada, crema o incluso miel, porque según ella, café no es lo mismo que café con azúcar.
Jamie Pronschinske, dietista del Sistema de Salud de Mayo Clinic, agregó además que el exceso de cafeína (más de 400 miligramos por día) puede elevar temporalmente la presión arterial, y un alto consumo se ha asociado con un aumento leve en los niveles de colesterol, también puede provocar palpitaciones, temblores, agitación y molestias digestivas.
“El consumo excesivo de cafeína se asocia con un mayor riesgo de padecer otras conductas adictivas como fumar y el consumo excesivo de alcohol. Las personas que consumen cafeína de manera rutinaria pueden desarrollar dependencia física y psicológica, y pueden tener síntomas de abstinencia si se interrumpe el consumo abruptamente”, añadió Pronschinske.
De hecho, los profesionales más propensos a convertirse en adictos al café, se encuentran los periodistas, policías, profesores, plomeros, personal médico, ejecutivos de empresa, personal de televentas, trabajadores de soporte técnico informático, y choferes, según una investigación realizada por Universia, red universitaria más grande del mundo, que consultó a más 10 mil trabajadores de distintas profesiones para conocer qué profesionales son los que beben más café.
Por otro lado, de acuerdo con información de Mayo Clinic, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. no ha establecido hasta ahora un nivel seguro para los niños, pero la Academia Estadounidense de Pediatría desaconseja el consumo de cafeína y otros estimulantes en niños y adolescentes. Mientras, las personas que estén embarazadas o amamantando se les aconseja limitar su consumo de cafeína a 200 miligramos o menos por día.
En cuanto a controlar el consumo de esta bebida, Mayo Clinic considera que las personas deben reducir progresivamente su consumo, para que el cuerpo se vaya acostumbrando a un nivel más bajo de cafeína y así evitar o disminuir los efectos de abstinencia. Una manera de empezar a tratar este problema es beber una taza menos al día.
Seguidamente, prestar atención a la cantidad de cafeína que se agrega a la hora de hacer café, y si es posible reemplazar una taza de café por té de hierbas.
En internet hay muchos artículos sobre el café, y todos coinciden que para dejar de beber café en exceso se debe tener principalmente la fuerza de voluntad, pero hay quienes no lo logran por sí solos y necesitan de ayuda profesional, en este caso, de un nutricionista dietista que los apoye en el proceso.