Al rescate y defensa de la Danza del Diablico Sucio en Chitré; un legado que está prohibido perder
Dicen que nadie ama lo que no conoce y en este caso, Cano de Gracia reconoce a esta danza como parte de su vida.
Josué Enrique Cano De Gracia comenzó a los 11 años de edad a bailar la Danza del Diablico Sucio en Chitré, provincia de Herrera.
Recuerda que eran las festividades de San Juan Bautista de 2002 donde hizo su debut. Se considera empírico en esta labor, pero destaca el impulso y dedicación que le dieron Romualdo Sánchez, diablico del pueblo (q.e.p.d.) y Enrique Jiménez (Kikin). Curiosamente ambos bailaban en danzas diferentes.
A los 16 años decidió integrarse a una pequeña danza de jóvenes. Fue así que creó la Danza de Diablico Sucio Nelis Solís. ¿Por qué este nombre?
Al respecto, Cano de Gracia manifestó que Nelis Solís es una señora anónima, llena de amor por nuestra cultura y fue la impulsadora en su persona para que esto se convirtiera en una tradición y cultura, legados que proteje y ama muchísimo.
Relata que esta señora no sabía cómo se bailaba la danza, pero tenía la idea y le hacía las castañuelas de tapas de Yodora y de conchas para que aprendiera y practicara hasta que logró ataviarlo con este magnífico, hermoso y colorido vestido.
La danza contaba con 10 integrantes, de los cuales nueve eran danzantes y un guitarrista, entre ellos, tres damas, cinco caballeros y un niño de año y medio.
En la actualidad, cuentan con 24 danzantes y tres guitarrista activos.
En este bregar, con mucho esfuerzo y dedicación, en el año 2008 obtuvo el primer lugar en el concurso juvenil. Mientras que en 2014 ganó el primer lugar del concurso mayor, es decir, la medalla Romualdo Sánchez, Diablico del pueblo, galardón tan preciado para todos los que ejecutan esta danza.
Y las experiencias que le ha dado la vida en este ámbito son muy gratificantes. Por ejemplo, en 2013 fue instructor de unos jóvenes del Colegio José Daniel Crespo para un bimestral.
También del 2016 al 2019 fue instructor de la Escuela Primaria El Barrero de Pesé, enseñándo de cero a todos los niños en este plantel educativo.
Pero la cultura y su trayectoria lo conduce a otros caminos. Tanto es así que en 2019 se dedicó a enseñar esta danza a jóvenes en el Colegio Rodolfo Chiari de Aguadulce.
El año pasado hizo lo propio en My Happy House Montessori School, Chitré, donde enseñó a niños para una presentación.
Actualmente imparte cursos a niños, esto con el objetivo de que esta danza jamás se pierda.
El instructor explicó a 'día a día' que dentro del vestuario se utilizan plumas de guacamaya, que son puestas en las cabezas y engalanan al danzante.
En este sentido, acotó que estas plumas se han vuelto un poco difícil de conseguir, puesto que el ave está en peligro de extinción y muchas personas tienen un mal concepto de como se obtienen las plumas, considerando que las aves son maltratadas o incluso matadas para obtenerlas, cuando en realidad se espera a que el ave mude su plumaje cada cierto tiempo y es allí donde las plumas deben ser recogidas para ser utilizadas por los danzantes.
Como dato curioso, Josué Enrique Cano De Gracia compartió que este año, su amigo José de la Rosa Cigarruista (hijo) y su primo Natanael Omar González tomaron la idea de confeccionar sus mascaras, ya que estas hermosas piezas tienen un costo bastante elevados y así economizarían algo en este gasto.
"Gracias a Dios nos salieron las cosas bastante bien, estamos aprendiendo, pero la práctica hace a el maestro. Cada día, ponemos más empeño en la confección de las máscaras y así poco a poco tener el resultado exitoso que esperamos", recalcó el danzante.