'Gracias Virgen de Guadalupe, tú nunca nos abandonas', historias de fe en El Bale
Miles de devotos se dan cita para agradecer y celebrar los favores recibidos por intercesión de "la morenita".
El Bale de Ñürüm, en la Comarca Ngäbe Buglé, amaneció de fiesta este 12 de diciembre.
Y es que en esta comunidad se celebra la festividad de la Virgen de Guadalupe. Es por eso que en los últimos nueve días se ha observado a los peregrinos llegando con diferentes andas a la iglesia del Centro Misionero Virgen de Guadalupe.
Un ejemplo de este peregrinaje son Valerio Barrera y Arcadia García, quienes llegaron dos días antes de la fiesta.
Ellos vienen desde el pueblo de San Antonio, corregimiento de El Peñón. Su caminata puede tomar seis horas. No obstante, desde su casa a donde pasa el bus les tomó caminando hora y media. El resto del trayecto lo hicieron en transporte, pues en su delegación había cinco niños.
Valerio recuerda que esta práctica empezó en 1980 cuando una hermana de enfermó y la familia se arrodilló ante el cuadro de la guadalupana y hoy día su familiar vive con el favor de Dios.
También su esposa casi fallece y con la intercesión de la virgen sigue agradeciendo el valor de la vida.
"Cuando la fe es grande, Dios nunca desampara a los que le piden", sostuvo Valerio mientras su esposa freía unas sardinas recién sacadas de un río cercano y que serían degustadas para la cena.
En este sentido, Arcadia García, es otra devota que compartió su experiencia y dijo que ellos traen muchas verduras, ya que no hay dinero, por lo tanto, lo que les haría falta para comer es poco.
Añadió que lo interesante de esta vivencia es que Dios suple sus necesidades.
Ellos duermen bajo los árboles y se cubren con abrigos y sábanas. Descansan sobre hamacas y cartones en el piso.
Tanto Barrera como García coinciden en que se llevan una gran motivación tras esta fiesta.
Esa misma alegría la comparte Valentina González. Ella es parte de la delegación de Virigua, corregimiento de Gibale. Desde casa caminan unas tres horas, este año tomaron un auto, ya que "los niños no aguantan".
Fue sincera al decir que aunque hay tiendas, no hay plata, razón por la cual traen sus propios alimentos.
Otra experiencia de fe la comparte el delegado de Alto Lirí, Basilio Rodríguez, quien indicó que ellos caminan por siete horas para llegar a El Bale.
Este año su peregrinación con el anda partió desde las 5:00 a.m.
Recordó que el Centro Misionero Nuestra Señora de Guadalupe empezó a construirse en 1976 y que él hizo su primera comunión en 1980, luego en 1982 se inauguró el templo.
Posteriormente, 1988 se confirmó y empezó su formación para ser catequista por tres años.
En 1990 fue aspirante a delegado y ya tiene más de 30 años en esta misión.
Hasta 2017 trabajó en esta área y luego se integró al Centro Misionero de Santa Teresita en Buenos Aires.
Dijo que se considera devoto y ha visto año tras años como las delegaciones de peregrinos llegan a El Bale y se van acomodando bajo los árboles y sabe que al finalizar la fiesta hay un gran almuerzo para todos los asistentes.
Como dato curioso manifestó que en 1976 se tenía previsto comprar un cuadro del Sagrado Corazón de Jesús o de la Virgen del Carmen.
Se optó por el segundo, pero al abril el cuadro se percataron que era el de la Virgen de Guadalupe. Esa fue su primera aparición para El Bale.
Y si de milagros se habla, ellos también han recibido el suyo con la salud de una hermana y desde entonces no han dejado de caminar en agradecimiento por este favor recibido.