Emocionado, bendecido y en victoria, así se sintió ayer Elmis Castillo al terminar de rodar todas las escenas de su película “Érase una vez en Panamá”, hecha con las uñas, como se dice en buen panameño, sin mucho presupuesto, pero con el apoyo de decenas de personas en el camino.
La película, una crítica social que expondrá la corrupción en nuestro país y cómo afecta al pueblo, ahora entra en la etapa de edición.
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“It's a wrap... hemos terminado el rodaje, ahora sigue la segunda parte edición, diseño de sonido, color, música, estamos Bendecidos, Gracias Dios y gracias a ustedes por el apoyo, NO VEMOS EN EL CINE”, escribió Elmis en un post en el que se ve con los actores y bailarines.
Como les decíamos, en el camino Castillo ha recibido valiosos aportes, como el del maestro Rubén Blades, quien le cedió los derechos de uno de sus temas para que sirva de soundtrack de la película. Además de su inseparable madre, quien no lo dejó ni a sol ni sombra. De hecho, como saben, esta película no tenía casi nada de presupuesto, por lo que ayer su madre se las ingenió y preparó tremendo sancocho en fogón para alimentar al equipo.
Este gesto fue grabado por Elmis quien le dio las gracias por ayudarlo.